Pérdida de orina
La incontinencia es una enfermedad en la cual la mujer o el varón (y
esto incluye también a los niños) pierden de manera involuntaria orina. Existen
muchas clasificaciones de incontinencia, siendo tres los tipos fundamentales;
la incontinencia urinaria de esfuerzo,
la incontinencia urinaria de urgencia,
y la incontinencia urinaria mixta;
equivalente a una combinación de las anteriores.
Cómo funciona la vejiga?
Como sabemos la orina se forma en los riñones almacenándose
temporalmente en la vejiga, ella puede almacenar diferentes volúmenes de
líquido, sin producir un aumento de la presión en su interior. Para entender
cómo funciona normalmente la vejiga vamos imaginarnos por un momento que la
vejiga es un cuarto con una sola puerta.
Cuando se llena la vejiga, las paredes del cuarto se dilatan, mientras la
puerta permanece cerrada, esto se conoce como la fase de llenado vesical, almacenándose la orina en este momento.
Cuando orinamos, las paredes del cuarto se contraen, aumentando la presión
interior, mientras que la puerta se abre, permitiendo de esta manera la
micción, esto se conoce como la fase de
vaciamiento vesical.
Cómo se produce la
incontinencia?
Una vez comprendido el funcionamiento de la vejiga, entenderemos mejor
el mecanismo de la incontinencia.
La Incontinencia de esfuerzo se
produce por problemas en los músculos que cierran el cuello vesical durante la
fase de llenado. En nuestro ejemplo del cuarto, el problema se situaría en la
puerta: el marco de la puerta tiene defectos, las bisagras de la puerta están malogardas
y la misma puerta se abre con facilidad, o lo que es peor, no cierra
completamente. Es por ello que al mínimo esfuerzo del paciente, digamos con tos
o con una risa, se pierde orina.
En la Incontinencia de urgencia el problema
es en la pared de la vejiga. Por causas poco conocidas, la pared tiende a
contraerse de manera involuntaria, lo que se conoce médicamente como
hiperactividad muscular de la vejiga, y esto produce también incontinencia.
El diagnóstico de
incontinencia es clínico, siendo muy importante el examen para descartar la
presencia de prolapsos, pudiendo ser necesaria una cistoscopia y una
urodinamia.
El tratamiento depende del
diagnóstico. En el caso de la pérdida por esfuerzo
se pueden utilizar hormonas, ejercicios de Kegel y mallas para corregir los defectos
musculares; una cirugía conocida como sling.
Ya en el caso de la hiperactividad muscular de urgencia, el tratamiento es a base de medicamentos, aunque en casos
complicados recurrimos al uso de toxina botulínica intravesical.
¿Quiere saber más ?