Heridas en la boca: las AFTAS

La afta es una úlcera que puede surgir en cualquier punto de la cavidad oral: lengua, labios, encía, garganta, úvula… Son lesiones de forma ovalada, blancuzcas (a veces amarillentas), poco profundas y limpias, es decir, no presentan pus, bacterias u otras señales de infección. Pueden ser únicas o múltiples, pequeñas o grandes.


Todo mundo ya tuvo por lo menos una afta a lo largo de la vida; el 20% de la población sufre con aftas recurrentes. Son más comunes en pre-adolescentes, adolescentes y adultos jóvenes, y tienden a disminuir su incidencia con el paso de los años.

Pese a ser lesiones benignas, las aftas son muy dolorosas y muchas veces dificultan actividades simples como hablar, comer y besar. Por muy grandes y numerosas que sean, no son causantes de mal aliento. Las aftas no son contagiosas, sin embargo sus causas no están del todo esclarecidas. Parecen ser causadas por desbalances en el sistema inmune. 

Algunos detonantes conocidos son:
  • Traumas locales, como mordidas accidentales.
  • Estrés psicológico.
  • Pocas horas de sueño.
  • Helicobacter pylori, la misma bacteria que causa úlcera gástrica.
  • Algunas pastas dentales (dentífrico) que contienen sodio-lauril-sulfato.
  • Reflujo gastroesofágico.
  • Comidas como chocolate, café y bebidas ácidas.
  • Tabaco.
  • Alteraciones hormonales durante el ciclo menstrual.
  • Deficiencia de algunas vitaminas y minerales como vitamina B12, vitamina C, zinc, hierro y ácido fólico.
  • Drogas como antiinflamatorios, Rapamicinas, Metotrexate, Aspirina y Atenolol.

Algunas personas que tienen la costumbre de acostarse inmediatamente después de la última comida, pueden presentar aftas recurrentes. Este hecho probablemente está relacionado con algún grado de reflujo gastroesofágico, que lleva al aumento de la acidez de la cavidad oral. Las aftas suelen aparecer uno o dos días después, por lo cual, muchas veces, los pacientes no relacionan un hecho con el otro.

La mayoría de las aftas duran aproximadamente una a dos semanas y suelen curarse sin dejar cicatrices. Las aftas que demoran más tiempo en curarse son aquellas que surgen en zonas donde existe un contacto constante con los dientes o con los alimentos, sufriendo traumas repetidos a lo largo del día.

Algunas personas presentan aftas grandes, llamadas de aftas mayores, de más de 1 cm y profundas. Estas demoran hasta seis semanas para desaparecer y pueden dejar cicatrices. Existe incluso la afta herpetiforme, formada por múltiples úlceras pequeñas que se juntan y se transforman en una lesión grande.

Las aftas pueden venir acompañadas de linfonodos en el cuello (bubón) y, a veces, de fiebre baja y malestar.


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